- El objetivo no es la seguridad sino la autonomía, que los niños y las niñas puedan disfrutar de la ciudad con naturalidad y libertad.
- Soltarles de la mano es una oportunidad para aprender. Subestimamos las capacidades que las niñas y los niños tienen. Si los vigilamos y protegemos constantemente, no podrán enseñarnos todo lo que saben ni desarrollar seguridad en sí mismos.
- La infancia es la ciudadanía del futuro, heredarán el mundo que les dejamos. Por eso es necesario que lo conozcan y lo estimen, para que sepan también cuidar de él.
- ¡También la ciudadanía del ahora! Porque niñas y niños no son personas esperando a hacerse adultas en un futuro, sino una parte fundamental de nuestra sociedad que necesita ser tenida en cuenta también en tiempo presente.
- Queremos recuperar la calle, que se pueda volver a jugar abajo de casa, que nuestras plazas se llenen de gente feliz y de vida, que al pasear miles de detalles nos recuerden que vivimos en un sitio especial, que podamos sentir alegría de vivir aquí.
- Mejor un banco que un bolardo. Para que las calles sean más humanas, debemos empezar a pensarlas desde las personas y no desde los coches. ¡Hay cosas mucho más importantes que aparcar!
- A pie mola más. Mil veces más que en coche o en moto, porque es más sano, no contamina, te ayuda a conocer mejor el lugar donde vives, puedes hacerlo en compañía de un montón de amigos y amigas, la vecina os saluda al pasar...
- Sacamos el cole a la calle. Invitamos a los colegios a tomar partido en lo que ocurre a su alrededor porque creemos en el importante papel que realizan. ¿No sería fantástica una ciudad organizada alrededor de los centros de enseñanza?
- Pas a Pas lo hacemos entre todas y todos. Y es que la tarea que nos proponemos debe afrontarse de forma abierta y comunitaria, porque es deber de toda la ciudadanía cuidar a nuestros pequeños mientras crecen.
- Una ciudad buena para la infancia es una ciudad buena para todas las personas. Particularmente para aquellas más vulnerables, como son la gente mayor, las mujeres, la juventud o las personas de origen extranjero. La infancia es un espacio de encuentro que puede ayudarnos a que nuestras ciudades sean más justas y diversas.