Sólo nos quedaba mostraros los resultados, como siempre sorprendentes. Las propuestas escritas, tan divertidas como las orales. Y lo que siempre hemos pensado: nuestros urbanistas preferidos tienen tantas propuestas para hacernos, como imaginación.
Y por si no ha quedado claro, ya nos lo cuentan los niños y niñas a viva voz.